En Delhi 24/01/2007



Ayer no pude escribir debido al cansancio.
El vuelo fue bueno pero no puede pegar ojo. Duró 5 horas y media. Llegamos a las 13:30, hora local del día 23 y ya tuvimos un primer contacto con la India real.
Pasamos el control de pasaportes sin problemas, recogimos las maletas y nos dispusimos a salir. Como no teníamos rupias, volvimos a entrar a la terminal pues es donde se encontraban las oficinas de los bancos, y... ¡Cómo no!, me pararon y preguntaron a Nor si yo iba con él. Estoy sorprendido pues esto no es normal, a cada sitio que voy, sea México, Túnez o Egipto.... me toman por ciudadano del país. Estoy deseando volver a un país nórdico a ver si me toman por un sueco.
En la terminal nos comentaron que si queríamos coger un taxi debíamos de pagarlo antes. Lo pagamos en una de las oficinas, nos dieron un papel con el número del taxista que nos estaría esperando fuera. Cuando salimos yo me metí corriendo dentro ya que me quedé aterrado al ver la cantidad de gente que había fuera. Pensé que se nos iban a echar encima, pero estaba equivocado, todos o la mayoría eran taxistas que esperaban a sus clientes. Buscamos el número de nuestro taxi pero no lo encontramos por lo que un taxista con cara pillo nos cambió el ticket y puso su número de taxi. El taxi era muy pequeño, sucio y con el techo muy alto. Éste taxista estuvo todo el tiempo ofreciéndonos un hotel al que nosotros continuamente le decíamos que ya teníamos reservado uno, pero el insistía e insistía, ¡Qué pesado!. Acabo por decirnos que el hotel al que nosotros nos dirigíamos no lo conocía y debido a nuestra negativa el muy cara dura pretendía dejarnos tirados antes de llegar a nuestro hotel, por fin nos dejó bastante cerca del mismo aunque nos llevamos una gran desilusión ya que el hotel no nos gustó, estaba sucio y no tenía nada que ver con las fotos que vimos en internet. Cogimos una moto taxi y fuimos a otro de los que habíamos visto en internet, y sorpresa, tampoco nos gustó, y lo más curioso en éste fue que como dijimos que no a dos habitaciones, el que nos la enseñaba sacó a un occidental de una de ellas y el tío pretendía que nos quedáramos en ésta, nos fuimos diciendo que no nos gustaba ninguna. El señor de la moto taxi viendo que de los tres hoteles que nos llevó no nos decidíamos por ninguno, nos dijo que nos llevaría a uno que el conocía que estaba muy bien, por su puesto el señor tenía comisión. El hotel se llama Good Palace y allí nos quedamos por que estábamos muertos de cansancio. Una pasado el precio para el servicio que ofrecía, 60 euros con desayuno. La habitación decente, el baño una mierda, pero menos mierda que los otros que vimos anteriormente. La ducha no funciona y a la altura de la rodilla tienes una especie de grifo que es el que yo utilicé para poder lavarme agachado, para lavarte la cabeza Nor me echó con una especie de palangana agua por mi cabeza aguantando como pude la respiración para no tragar agua ya que por el color y olor de la misma estaba acojonado y muerto de miedo temiendo coger cualquier cosa. El agua estaba tibia y Nor se lavó con agua fría ya que yo gasté la poca caliente que había, jijijiji.
Antes de ducharnos nos fuimos a dar una vuelta por Delhi. ¡Un asco!, sucia contaminada, cacas por todas partes, ahora entiendo por que los indios están escupiendo continuamente, yo llevo la boca que parece estar llena de algo asi como una pasta asquerosa de toda la mierda que se respira en el aire. Tienes que limpiarte continuamente las narices, es asqueroso, dentro de ellas es como haber estado dentro de una mina de lo negro que sacas.
Sorprendentemente no nos asaltaron tanto como esperábamos. De vez en cuando se acercaban a nosotros para intentar comernos el tarro y llevarnos alguna agencia de turismo con la excusa de informarnos.¡Qué plastas!. Como estábamos muertos de hambre, al menos yo, decidimos buscar algún sitio donde cenar. Estuvimos 2 horas buscando ya que la guia de Nor, según un indio que se ofreció ayudarnos, el restaurante que buscábamos no existía. Finalmente decidimos cenar en un indio vegetariano con muy buena pinta. Comimos una especie de torta de maíz con muchas salsas y unas pequeñas pizzas vegetarianas con la misma salsa, no estaba mal. De postre unos dulces que elegí yo. Uno con sabor a turrón el cual estaba bueno y el otro ¡era asqueroso!. Después nos fuimos directos al hotel y dormimos desde las 21:30 hasta las 08:45, despertándome de vez en cuando debido al frió que pasé. Por cierto, la cama es tremenda, pienso que debe de medir 2x2.
Desayunamos sobre las 09:30 horas, y comimos una tortilla con zumo y café. La tortilla aceptable, del zumo y el café mejor no hablar. Después dimos una última vuelta por Delhi y recogimos las maletas en el hotel y pagamos la factura. Estábamos dispuestos a discutir con el recepcionista ya que la noche anterior nos pedía un precio muy elevado por la habitación y llegamos a un acuerdo de 54 euros con desayuno, pero nos pedía 60. Tengo que decir que no tuvimos problemas con él y pagamos lo pactado.
Nos dirigimos en un taxi que nos proporcionó el hotel por 200 rupias (4 euros). Llegamos al aeropuerto doméstico de Delhi para tomar el avión hacia Udaipur. La terminal del aeropuerto nacional parecía a una sala de consulta médica de los años 60 en España.

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